Necesidades vitales de inteligencia
Inteligencia en nuestros términos lingüísticos significa recolección de datos, análisis e interpretación de los mismos, y su interpretación en conclusiones operativas.
¿Qué es la inteligencia que necesitan los gerentes como herramientas para tomar decisiones empresariales?
Esta es una clara pregunta, como así lo es la respuesta a la misma.
La suposición aceptada en la bibliografía y sostenida también por los diversos expertos en dirección y administración de empresas, es que los gerentes saben cuál es la información requerida para tomar buenas decisiones.
La suposición es que, siempre que estemos hablando de información necesaria para apoyar sus decisiones, los gerentes saben exactamente lo que necesitan, y en consecuencia, lo que puede producir que un gerente no tome la mejor decisión es la falta de material de inteligencia correcto. Quiero recordar que inteligencia es información procesada.
Es difícil definir las necesidades de inteligencia de una persona equis – es mucho mas fácil tomar decisiones basadas en toda la información que fluye en el mismo momento sin detallar las necesidades de información y sin invertir un gran esfuerzo en la recolección de los datos correctos y su análisis.
Los gerentes se adaptan muy rápidamente al medio con escasa información, en el cual se toman decisiones sin una base de inteligencia adecuada.
Esto lleva a que, con frecuencia, se tomen decisiones sobre suposiciones sin una base sólida, o sin inteligencia de campo.
Más aun, cuando se les presenta información, estos gerentes solicitaran mucho más de lo que realmente necesitan, y esto dado por el hecho de que los lugares para conseguir la información no están muy claros para ellos.
De esta forma, los gerentes se encuentran frente a cantidades impresionantes de información, que no siempre está relacionada con la meta que se proponen, ni pueden relacionar la misma con las decisiones empresariales que deben tomar, y por ello prescinden totalmente del esfuerzo que implica la inteligencia empresarial y lo ven como un tema falto de beneficio o utilidad.
Es muy común encontrar que las empresas que utilizan como herramienta a la inteligencia empresarial logran diagramar cuadros de situación completos y exactos sobre los competidores, los que se presentan como un listado de hallazgos de los recursos del competidor, por ejemplo, plantas de producción, líneas de productos, inversión en publicidad, etc. No siempre las personas que toman decisiones saben como utilizar toda esta información para el proceso de toma de decisión.
Tipos de decisiones y necesidades de inteligencia
Toda decisión empresarial importante necesita del aporte de la inteligencia. Hay gerentes que aprenden esto en su propia experiencia: un nuevo producto que llega al mercado demasiado tarde, penetración al mercado que produce una respuesta negativa, aumento de la capacidad de producción de un competidor del mismo rubro, etc.
Como regla general, no debería tomarse ninguna decisión empresarial importante sin el respaldo de la inteligencia
Hay ámbitos de decisión que se basan en el aporte de la inteligencia empresarial más que de cualquier otro. Esto puede está dado por el hecho de que el beneficio en la inteligencia es mayor que en esos ámbitos – como por ejemplo en los casos de fusiones, absorciones de empresas, etc. – o porque el problema es mucho más complejo – como en el caso de la planificación estratégica. De cualquier manera, se puede decir con seguridad, que no se debe desmerecer ningún tipo de decisiones, y todas necesitan de alguna clase de asistencia por parte de un sistema de inteligencia empresarial.
A pesar de lo anteriormente dicho, no podremos establecer en forma determinante que todas las decisiones estratégicas serán exitosas solo si están respaldadas por la inteligencia. Hay estrategias mejores y peores, sin que tengan que ver con la recolección de información y las evaluaciones previas a su implementación. Puede suceder también, que la empresa implemente su estrategia de una mala forma, a pesar de que la inteligencia empresarial y la planificación estratégica sean buenas.
Y para finalizar, hay decisiones específicas que son tomadas sin la ayuda de mucha inteligencia, simplemente debido a que no es posible conseguir la información correcta y adecuada. Ejemplos de estos casos son las situaciones en las que se toman decisiones relacionadas con mercados no desarrollados, decisiones que requieren de conocimientos sobre secretos comerciales del adversario, o de decisiones que implican de antemano una reacción no racional del equipo de dirección.
Podemos referirnos a dos tipos de decisiones que se toman dentro del marco empresarial: decisiones operativas y decisiones estratégicas. Las del primer tipo se refieren a la rutina de la empresa, y las segundas suponen que deben tener implicancias a largo plazo en la misma. Dentro de esta clasificación, los siguiente tipos de decisiones requieren del aporte básico de inteligencia.
Decisiones Operativas:
- Oportunidad de arbitraje – nos referimos a las diferencias que se presentan en los precios o valores del mercado financiero, dentro del mismo mercado o entre distintos.
- Amenazas en el mercado.
Decisiones Estratégicas
- Planificación estratégica.
- Presentación de un nuevo producto en el mercado – nueva fabrica.
- Incremento de la capacidad de producción.
- Fusiones y absorciones.
- Planificación de investigación y desarrollo.
En esta oportunidad no detallaremos todos los componentes que fueron nombrados arriba, ya que nuestro objetivo es analizar los distintos aportes de la inteligencia y recordar que sin la inteligencia necesaria no se podrán tomar las mejores decisiones empresariales posibles (especialmente las que se refieren a las decisiones estratégicas).
Son pocos los casos que se ocupan de las relaciones entre la inteligencia y las decisiones, y en relación a ello, entre la inteligencia y su implementación en la empresa.
En una investigación realizada en los últimos tiempos dentro del marco del juego estratégico en simulación, fueron elegidas esas relaciones en un ámbito de prueba. Los resultados fueron que toda persona que toma decisiones importantes contaba con inteligencia empresarial en un alto nivel. Y la empresa que poseía mayor y mejor inteligencia empresarial – en forma consciente y correcta – gano la competencia. Nuestra experiencia nos indica que esto se da también en la realidad.
Esta dado por el aprovechamiento que la empresa realiza de la inteligencia para la toma de decisiones.
*Fuente: Diario Legítima Defensa, edición nº5, página 1. Impreso en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires en Diciembre de 1998.